Mi vida contada por mí y escrita por mis Papas

Alejandra y Daniela son nuestras hijas de 10 y 5 años respectivamente. Nosotros, sus padres, queremos plasmar a traves de esta Blog todo lo que ellas nos puedan ir contando de su visión del mundo a traves de sus sentidos, vivencias, fantasias, anhelos, alegrias, emociones, miedos, ilusiones y cada una de las cosas que ellas quieran trasmitir a lo largo de su infancia, siendo nosotros la tinta y la blog la hoja de una parte de sus vidas que nos quieran mostrar y enseñar.-

29 abril 2009

¡ Quiero sobaquillos !


El 16 de mayo es el día que tengo marcado en mi calendario como uno de esos días más especiales, incluso más que un cumpleaños, ese día celebraré mi Primera Comunión, ya hemos finalizado la catequesis y hoy lo hemos celebrado con una pequeña fiesta. Tengo todo preparado el traje de comunión, la comida en el restaurante, las invitaciones, la sesión de fotos, etc... mis padres dicen que una comunión es lo más parecido a una boda pero sin novio. La semana anterior iremos a Madrid ya que mi amiga Lucía celebra la suya y pienso pasarlo super, Daniela y yo estamos deseando ir.

Invitaron a mi padre para que recorriéramos por dentro el Palacio de la Magdalena, una chica nos guiaba y nos contaba toda su historia, yo no sabía que en Santander veranearon durante diecisiete años auténticos Reyes y Princesas, el Palacio por dentro es una preciosidad con salones inmensos, incluso uno de baile, mi hermana y yo nos imaginábamos que éramos princesas dentro del Palacio.

Estuvimos visitando el zoo de Santillana del Mar y mi hermana alucinaba con todos los animales, hay dos crías de Orangutanes que nos hicieron reír mucho, Daniela queriá que la llevaran a ver el tigre pero cuando llego y le vio rugir se escondió y ya no quería ni mirar. También visitamos la Neocueva de Altamira, es muy chuli ver como vivian los antiguos dentro de una cueva, luego paseamos por el pueblo de Santillana que esta hecho entero de piedra, donde no hay ruidos ya que no pasan coches y si mucha tranquilidad. Compramos unos "sobacos" que es como Daniela llama a los sobaos, la gente la miraba cada vez que gritaba ¡Quiero sobaquillos!